lunes, 16 de diciembre de 2013

Puentes

Los humanos, son islas rodeadas por un mar de gente. Están en una isla y son una isla. Prefieren las penas de soledad antes que las penas de amor. Prefieren la soledad antes que la traición. En un mundo en donde un hermano mata a su hermano, la soledad es el mejor refugio.
El síndrome del isleño es una especie claustrofobia que experimentan algunas personas estando en una isla. La claustrofobia es eso, un ahogo ante el encierro, ante el propio encierro. La desconexión emocional es el cierre de todos los puentes. Nadie entra, nadie lastima. Un puente nos permite salir de nuestra isla, tomar distancia y mirarla desde afuera. Un puente, una balsa, un helicóptero o un beso, cualquier recurso vale para salir de la isla. La conexión con lo más profundo del ser: con su esencia, con sus deseos. Pero el amor es un puente mágico, porque se construye solo, más allá de la voluntad. Antes de construir un puente, se deberá cavar muy profundo hasta el corazón de la piedra.

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